sábado, 19 de noviembre de 2011

homicidio

un cuerpo...
la luna...
un testigo...
un homicidio....

El atardecer huyo de la escena,
y la noche en complice se convirtió,
cuando a los oficiales el trabajo les entorpecio...

Un criminal huye,
un dolor en su pecho carga,
una puñalada en su brazo derecho es la prueba infalible de su traicion...

Una mujer yace en silencio,
en el centro de una habitación,
tan blanca y palida como la luna,
fria y dura como la muerte que la absorvió,
confio plenamente en el amor,
aunque ante la desconfianza de su amado se rindió,
en sus labios antes que la muerte una suplica aguardo,
y en su corazon antes que un puñal, el augurio de su muerte se anido...

Fue tragico el final,
de estos jovenes enamorados,
los celos por dentro lo carcomieron,
y a la locura lo arrastraron,
saco de su cinto un puñal y en el pecho de su amada lo incrusto,
despues de la partida de la vida de la chica junto con el atardecer,
se clavo el puñal en su brazo creyendo que pronto esto lo hiba a matar ,
se marcho sigiloso,
y nunca se va a entregar,
pues no piensa dejarse atrapar,
para el mas duro sera su vida entera cargar
con el dolor de saber que a su amor muerte le dio,
y que la luna a su homicidio escondio...